
La tregua en Siria, en la práctica, está rota. Aviones del régimen de Bashar Al-Assad bombardearon la noche del miércoles un hospital y un edificio residencial en Alepo, al norte del país donde los rebeldes tienen el control, un ataque en el que murieron al menos 17 civiles.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) confirmó estos ataques aéreos del régimen de Al-Assad.
Un balance anterior señaló 14 civiles muertos. Seis cuerpos fueron rescatados luego de los escombros, de cinco miembros de una misma familia, incluidos dos niños, y un dentista del hospital.
Según un reporte de AP, señala que en las últimas 24 horas han muerto al menos 61 personas debido a los bombardeos.
El único pediatra que trabajaba en los barrios del este de Alepo se encuentra entre los muertos, según el corresponsal de la AFP en el lugar.
Entre las víctimas hay tres miembros del personal del hospital según la agencia AP.
La mayoría de los pacientes de este hospital son mayores y se encuentran afectados por enfermedades crónicas.
El edificio resultó seriamante dañado, constató. Durante la noche seguían las labores de rescate.
Syrian Civil Defense, un grupo de voluntarios de emergencias que trabajan en zonas regidas por la oposición, aumentó a 22 el número de víctimas mortales del ataque contra el hospital de Quds. La organización explicó que el centro y los edificios adyacentes fueron alcanzados en cuatro ataques consecutivos.
En los últimos días, los bombardeos en la provincia de Alepo se han multiplicado provocando la muerte de más de un centenar de civiles desde el viernes.
Desde el comienzo de la guerra en Siria en 2011, más de 270,000 personas han muerto y más de la mitad de la población del país ha sido desplazada.
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