Neymar, señalado por la afición en plena crisis del Barcelona

BARCELONA -- Neymar en el escenario. Y no por buen motivo. El brasileño lleva cinco partidos sin marcar un gol, desde el 20 de marzo, y su rendimiento está siendo ampliamente cuestionado en el Camp Nou.

Desde que fichó por el Barcelona en el verano de 2013, esta es la segunda peor racha goleadora de Neymar, que en su primera temporada, a principio de curso, acumuló seis partidos sin ver puerta, una estadística a la que se enfrentará el miércoles en La Coruña.

Después de marcar, de penalti, en Villarreal, el delantero brasileño se ha quedado seco ante Real Madrid, Atlético, Real Sociedad, otra vez Atlético y Valencia. Un total de 450 minutos en cinco partidos, de los que el Barcelona ha perdido cuatro para entrar en crisis.

Desaparecida toda la ventaja en la Liga y eliminado en la Champions, el Barça acusa de sobremanera la caída en picado del Tridente. En los últimos cinco encuentros Ney no ha marcado, Suárez lo ha hecho en dos ocasiones y en una solamente Messi.

Tres goles... Enfrentados a la capacidad resolutiva de un Tridente a través del cual puede entenderse la crisis que atenaza al Barcelona más deprimido deportivamente de los últimos años.

SEÑALADO
Messi, por su ascendente, su carrera, su liderazgo y su papel histórico en el club, se mantiene al margen de la crítica. El argentino se pasó cuatro partidos sin marcar y su rendimiento, hasta el choque frente al Valencia, dio síntomas de preocupación.

Pero se le ofrece todo el crédito. Con Suárez, de momento, no hay queja en cuanto a su entrega, compromiso y rendimiento, por más que, ausente en San Sebastián, sus números han descendido tras marcar dos goles en sus cuatro últimos partidos.

Las lanzas se dirigen hacia Neymar. En plena polémica por su intención de tomar parte tanto en la Copa América como en los Juegos Olímpicos a pesar de la opinión contraria del club, el rendimiento del crack brasileño es puesto en cuestión por todo el entorno del barcelonismo.

Este domingo, sin ir más lejos, se le llegó a ver descentrado y fuera del partido, en una situación que se arrastra desde hace un mes y que se ha acentuado a partir del último parón por selecciones.

A Ney, ahora, se le echa en cara el mismo carácter que tanto se le elogió cuando las cosas 'iban sobre ruedas' en el Barça. Cuando forzó una tarjeta para ser sancionado y de esta manera poder marchar al cumpleaños de su hermana a Brasil nadie criticó lo sucedido.